martes, 13 de junio de 2017

Las aves migratorias: los cormoranes (primera parte).


Orden Pelecaliformes, familia phalacrocoracidae.

Quisiera yo presentar este martes, a una de las aves más eficaces del ecosistema ripario, el Cormorán grande (Phalacrocorax carbo).

Morfología: Lo que más sorprende de esta ave ictiófaga es su gran adaptabilidad al medio fluvial. Visto en el agua, apenas sobresale en la superficie un largo cuello en forma de "S", más se diría que nada torpemente, medio hundido si se compara con la capacidad natatoria de un ánade, como se puede apreciar en las siguientes fotografías.



Todas las líneas del Cormorán Grande (Phalacrocorax carbo) retratan a un gran nadador; patas palmeadas de color negras, el plumaje apretado, de color negro en el dorso y blanquecino en el pecho en los especímenes jóvenes. Los adultos presentan una librea de color negro, con una mancha blanquecina en las mejillas y garganta, sus largos músculos del cuello, contraídos en forma de "S" saltan como un resorte para deglutir, a favor de escama, un pececillo. 


Ejemplar juvenil de Cormorán grande atlántico o carbo.

La nota más característica de esta ave depredadora es su especializado pico; fuerte, largo, terminado en gancho, de color hueso la parte inferior y algo más oscuro la superior, la base del mismo, debajo del ojo, de color amarillo yema de huevo. Sirve a modo de pinzas para espetar, ensartar los peces que le sirven de nutrimento.

Esta provisto el Cormorán Grande (Phalacrocorax carbo) un iris de color verde brillante, una autentica joya preciosa, que sirve al ave para ver perfectamente tanto en la superficie como debajo del agua. 


Completa la descripción de esta ave pescadora una amplia cola que extiende en forma de abanico cuando nada, para mayor estabilidad del animal. 



Hábitat: En las aguas abiertas, limpias, tranquilas, de buena calidad y con abundante vegetación ribereña que favorece la gran diversidad de ictiofauna, (tanto autóctona como alóctona), que conforma el sustento base de una gran diversidad de depredadores, constituye un refugio ideal para las aves pescadoras.



Subespecies presentes en la Península Ibércia: Hay dos subespecies de Cormorán grande (Phalacrocorax carbo) presente en la Península Ibérica: el Cormorán grande atlántico o carbo y el Cormorán grande continental o sinensis.

Los birdwatching distinguen ambas subespecies por la tonalidad de su librea, así el Cormorán grande carbo (del lat., carbón) presenta un plumaje oscuro, con una tonalidad blanquecina en la garganta, presenta las plumas del dorso una tonalidad marrón escamada.

                                  Cormorán grande atlántico o carbo


En contra, el Cormorán grande sinensis presenta un plumaje oscuro, con una tonalidad blanquecina en la garganta que se extiende hasta la nuca del ave.

            Cormorán grande continental o sinensis.


Migración: El Cormorán Grande (Phalacrocorax carbo) utiliza el paso de invierno para visitar nuestras costas y ríos, así, el Cormorán grande atlántica o carbo cría en la zona del Atlántico norte (Islandia, Gran Bretania...) mientras que el el Cormorán grande continental o sinensis cria en el resto de Europa continental (Alemania, Polonia..).



Biología: Ave de gran tamaño, los ejemplares adultos alcanzaran un peso de 3.5 kg, una envergadura alar de unos 130 -160 cm y una longitud de hasta 100 cm. Nidifica en colonias, acostumbra a nidificar en árboles. La puesta es de 3 o 4 huevos, de color verdoso, incubados durante 25- 30 días. Los pollos son cebados abundantemente, introduciendo su cabeza en el pico de los adultos. Alcanzarán la madurez sexual a los 3 o 4 años.

No existe dimorfismo sexual.

Alimentación: Ave ictiófaga submarina, captura su alimento sumergiéndose hasta 10 metros de profundidad para emerger segundos más tarde con un pez plateado entre las pinzas de su pico. Depredador muy voraz, se calcula que pueden consumir hasta 500 gramos de peces diarios, lo que le confiere mala fama entre los pescadores, que conocen a los cormoranes como "cuervo marino". Una curiosidad: carece de glándula uropigial (con la que las aves impermeabilizan sus plumas), por lo que es frecuente verlos en las orillas con las alas extendidas, secando su plumaje. 






Otra curiosidad; son capaces de mover el iris del ojo, para localizar mejor a sus presas submarinas



Todas las fotografías son del autor del blog, quedando prohibida su reproducción sin su expreso consentimiento.

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