Orden Passeriformes, familia laniidae
En el matorral, como una bola blanca emplumada oteando el horizonte en busca de presas, se encuentra el pájaro carnicero, el alcaudón real. (Lanius meridionalis).
En el matorral, como una bola blanca emplumada oteando el horizonte en busca de presas, se encuentra el pájaro carnicero, el alcaudón real. (Lanius meridionalis).
Morfología: Visto de cerca, el alcaudón real se presenta como un ave contradictorio, explico esto; la cabeza es enorme, voluminosa y masiva mientras que las patas son muy finas y ligeras, el pico fuerte, ganchudo en su extremo, y los ojos grandes, negros y muy vivos. El cuerpo compacto, la cera del pico negra y la cola larga. La librea es grisácea-blanquecina, presenta un antifaz negro que enmarca sus ojos, las alas son cortas y redondeadas, cubiertas de plumas negras, con una mancha alar blanca en el dorso. La cola también es negra, cuya "pluma lateral de cola" son blancas. El pecho sonrosado (Fotografía de entrada).
Fotografía 1.
La voluminosa cabeza nos da idea de la potente musculatura temporal y masetera, que permite a este ave capturar su alimento, nos encontramos, entonces, ante un ave de presa, una criatura necesitada de una alimentación cárnea, un pequeño matador. Sorprende que nuestros protagonistas de hoy, los alcaudones reales, no posean unas garras aceradas como las de otros depredadores tales como el águila o el halcón, las más perfectísimas aves rapaces, ello es así porque captura a sus presas mediante el reclamo, imitando admirablemente el canto de sus presas. Nos encontramos, entonces, ante una ave rapaz/cantor, razón ésta, como digo, de sus patas delgadas, enjutas. ¡Qué curiosa ave ésta!.
Dentro de las distintas especies de alcaudones que existen; el alcaudón común, el chico, el norteño, el dorsirrojo... el alcaudón real es el de mayor tamaño, alcanza una longitud de unos 26-28 centímetros y una envergadura alar de unos 38 centímetros. Su larga cola es de unos 13 centímetros y su peso es de unos 60-70 gramos. Su tamaño es como el del mirlo aproximadamente, por citar un ave urbana que conoce bien el observador.
Existe un ligero dimorfismo sexual entre machos y hembras, los machos son mayores que las hembras y tienen una altura mayor de pico.
Hábitat: En el campo, los alcaudones, suelen encontrase, inmóviles, sobre las altas ramas, en postes, sobre las señales de tráfico, sobre tocones o sobre cualquier percha que permita a los alcaudones otear el horizonte en busca de sus presas naturales; los jilgueros, las tarabillas, los trigueros, las lagartijas, los ratones de campo o cualquier otra alimaña (Fotografía 1). Suelen encontrarse, asimismo, estas aves, cerca de los espinosos matorrales, de los punzantes alambres de espino, de las chumberas aceradas y esto no es casualidad, sino que estos espinos les sirve al ave para su carnicera forma de alimentarse y, aun más extraordinario, para almacenaje de su comida. Estamos ante el coto de caza de los alcaudones reales (Fotografías 2 y 3).
Fotografía 3.
Se distribuye por toda la Península Ibérica, sin embargo esta ausente en la Cordillera Cantábrica y en los Pirineos
Biología: Ave sedentaria, se observa desplazamientos de algunos ejemplares que cruzan el Estrecho de Gibraltar en los meses de agosto y septiembre.
En los meses de mayo a junio se produce la puesta, consistente en 4 a 6 huevos de color gris, con manchas pardas. los polluelos nacen tras 20 días de incubación aproximadamente y, al mes, abandonan el nido. El nido presenta una construcción en forma de copa, hecha de vegetación; ramitas secas, cubierta de hierba, plumas y material blando.
Alimentación: Lanius, su nombre científico, significa "carnicero". Es, pues, el pájaro carnicero. Sepan que se conoce a los alcaudones reales, también, con el terrible nombre de "Verdugos". Todos estos nombres nos dan idea de la naturaleza matadora de estas aves.
Fotografía 4.
Decía mas arriba que el alcaudón real permanece quieto, inmóvil, sobre una alta percha (Fotografía 4) oteando a sus presas, emitiendo regularmente el canto de su presa, una tarabilla o un jilguero, verbigracia. Entonces, la tarabilla o el jilguero, confiado por el reclamo admirablemente ejecutado del alcaudón, se acerca, tranquilo, al pequeño matador. Así, cuando la confiada presa se pone al alcance del alcaudón, como un resorte, de un certero picotazo sobre las vertebras de su victima, mata al instante al descuidado jilguero o a la confiada tarabilla.
Fotografía 5.
Un vez matada la presa, -el jilguero o la tarabilla-, resulta que el alcaudón no posee en sus patas los músculos prensil necesarios para sujetar la pieza recién cazada ni las aceradas garras de las aves rapaces, necesarias para desgarrar la presa. Sus patas son como las de sus presas. Entonces el ave justifica su nombre de carnicero. Ensarta, empala, espeta el cuerpo del jilguero o la tarabilla en una aguda espina de una chumbera cercana, y, una vez ensartada la presa en el espino, despedaza el cuerpo con su ganchudo pico. De tal manera que esa chumbera se convierte en la despensa del alcaudón real, donde podrá alimentarse en los días en que no hay caza. Razón ésta que justifica, suficientemente, que el alcaudón sea un ave territorial que defenderá, de forma airada, su despensa de otros alcaudones.
Amenazas: Una amenaza seria de estos depredadores lo constituye en el uso de pesticidas y venenos que matan los ratones e insectos de los que se alimentan los alcaudones reales, así como la destrucción de su hábitat, la eliminación del matorral, la transformación de la agricultura del suelo extremeño serían claros ejemplos.
Sin embargo, -y aunque no sea una amenaza tan directa como las citadas más arriba-, la costumbre de espetar a sus presas en las chumberas me sirve para hablar de dos plagas concretas, la dactylopius Opuntiaee y la dactylopius Coccus, conocidas como la Cochinilla del Carmín. Son parásitos que se alimentan de la savia de las chumberas hasta la desecación de las palas. De estas cochinillas se extrae el carmín, colorante natural (E-120) que se emplea en diferentes industrias; alimentaria, cosméticos, textil...El abandono de este cultivo debido a la falta de rentabilidad propició la plaga que hoy asola, con inusual virulencia, el levante español.
Protección en Extremadura; En España, figura en el Libro Rojo de las Aves de España, como especie "Casi amenazada".
En Extremadura, el legislador consciente de la importancia de estas portentosas aves, las protege en el Catálogo de Especies en la categoría de "Interés especial".
La voluminosa cabeza nos da idea de la potente musculatura temporal y masetera, que permite a este ave capturar su alimento, nos encontramos, entonces, ante un ave de presa, una criatura necesitada de una alimentación cárnea, un pequeño matador. Sorprende que nuestros protagonistas de hoy, los alcaudones reales, no posean unas garras aceradas como las de otros depredadores tales como el águila o el halcón, las más perfectísimas aves rapaces, ello es así porque captura a sus presas mediante el reclamo, imitando admirablemente el canto de sus presas. Nos encontramos, entonces, ante una ave rapaz/cantor, razón ésta, como digo, de sus patas delgadas, enjutas. ¡Qué curiosa ave ésta!.
Dentro de las distintas especies de alcaudones que existen; el alcaudón común, el chico, el norteño, el dorsirrojo... el alcaudón real es el de mayor tamaño, alcanza una longitud de unos 26-28 centímetros y una envergadura alar de unos 38 centímetros. Su larga cola es de unos 13 centímetros y su peso es de unos 60-70 gramos. Su tamaño es como el del mirlo aproximadamente, por citar un ave urbana que conoce bien el observador.
Existe un ligero dimorfismo sexual entre machos y hembras, los machos son mayores que las hembras y tienen una altura mayor de pico.
Hábitat: En el campo, los alcaudones, suelen encontrase, inmóviles, sobre las altas ramas, en postes, sobre las señales de tráfico, sobre tocones o sobre cualquier percha que permita a los alcaudones otear el horizonte en busca de sus presas naturales; los jilgueros, las tarabillas, los trigueros, las lagartijas, los ratones de campo o cualquier otra alimaña (Fotografía 1). Suelen encontrarse, asimismo, estas aves, cerca de los espinosos matorrales, de los punzantes alambres de espino, de las chumberas aceradas y esto no es casualidad, sino que estos espinos les sirve al ave para su carnicera forma de alimentarse y, aun más extraordinario, para almacenaje de su comida. Estamos ante el coto de caza de los alcaudones reales (Fotografías 2 y 3).
Fotografía 2.
Se distribuye por toda la Península Ibérica, sin embargo esta ausente en la Cordillera Cantábrica y en los Pirineos
Biología: Ave sedentaria, se observa desplazamientos de algunos ejemplares que cruzan el Estrecho de Gibraltar en los meses de agosto y septiembre.
En los meses de mayo a junio se produce la puesta, consistente en 4 a 6 huevos de color gris, con manchas pardas. los polluelos nacen tras 20 días de incubación aproximadamente y, al mes, abandonan el nido. El nido presenta una construcción en forma de copa, hecha de vegetación; ramitas secas, cubierta de hierba, plumas y material blando.
Alimentación: Lanius, su nombre científico, significa "carnicero". Es, pues, el pájaro carnicero. Sepan que se conoce a los alcaudones reales, también, con el terrible nombre de "Verdugos". Todos estos nombres nos dan idea de la naturaleza matadora de estas aves.
Fotografía 4.
Decía mas arriba que el alcaudón real permanece quieto, inmóvil, sobre una alta percha (Fotografía 4) oteando a sus presas, emitiendo regularmente el canto de su presa, una tarabilla o un jilguero, verbigracia. Entonces, la tarabilla o el jilguero, confiado por el reclamo admirablemente ejecutado del alcaudón, se acerca, tranquilo, al pequeño matador. Así, cuando la confiada presa se pone al alcance del alcaudón, como un resorte, de un certero picotazo sobre las vertebras de su victima, mata al instante al descuidado jilguero o a la confiada tarabilla.
Fotografía 5.
Un vez matada la presa, -el jilguero o la tarabilla-, resulta que el alcaudón no posee en sus patas los músculos prensil necesarios para sujetar la pieza recién cazada ni las aceradas garras de las aves rapaces, necesarias para desgarrar la presa. Sus patas son como las de sus presas. Entonces el ave justifica su nombre de carnicero. Ensarta, empala, espeta el cuerpo del jilguero o la tarabilla en una aguda espina de una chumbera cercana, y, una vez ensartada la presa en el espino, despedaza el cuerpo con su ganchudo pico. De tal manera que esa chumbera se convierte en la despensa del alcaudón real, donde podrá alimentarse en los días en que no hay caza. Razón ésta que justifica, suficientemente, que el alcaudón sea un ave territorial que defenderá, de forma airada, su despensa de otros alcaudones.
Amenazas: Una amenaza seria de estos depredadores lo constituye en el uso de pesticidas y venenos que matan los ratones e insectos de los que se alimentan los alcaudones reales, así como la destrucción de su hábitat, la eliminación del matorral, la transformación de la agricultura del suelo extremeño serían claros ejemplos.
Sin embargo, -y aunque no sea una amenaza tan directa como las citadas más arriba-, la costumbre de espetar a sus presas en las chumberas me sirve para hablar de dos plagas concretas, la dactylopius Opuntiaee y la dactylopius Coccus, conocidas como la Cochinilla del Carmín. Son parásitos que se alimentan de la savia de las chumberas hasta la desecación de las palas. De estas cochinillas se extrae el carmín, colorante natural (E-120) que se emplea en diferentes industrias; alimentaria, cosméticos, textil...El abandono de este cultivo debido a la falta de rentabilidad propició la plaga que hoy asola, con inusual virulencia, el levante español.
Protección en Extremadura; En España, figura en el Libro Rojo de las Aves de España, como especie "Casi amenazada".
En Extremadura, el legislador consciente de la importancia de estas portentosas aves, las protege en el Catálogo de Especies en la categoría de "Interés especial".
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