martes, 20 de febrero de 2018

Los monumentos naturales de Extremadura (I): LaJayona


De los cuatro monumentos naturales de Extremadura, dos se encuentran en la provincia de Cáceres (Los Barruecos y la Cueva de Castañar de Ibor) y dos en la provincia de Badajoz (Cuevas de Fuente de León y Mina la Jayona). Hoy, nos adentramos en las profundidades de una mina abandonada para descubrir sus secretos. Les presento la singular Mina de la Jayona.



Todo comienza hace eones, cuando una veta de mineral rico en hierro aflora a la superficie de lo que hoy se conoce como Sierra de la Jayona, al sureste de la provincia de Badajoz. Estudios recientes afirman que la mina fue explotada por los romanos, así, a tan solo 7 kilómetros en línea recta se encontraba la prospera ciudad de Regina Turdulorum.



Insisto, no hay documentación que acredite que los romanos explotaron el yacimiento pero por el método extractivo, así como la presencia de una prospera ciudad cuyo teatro tenía aforo para  1000 personas así lo sugieren.



A principios del s. XX, lo que hoy conocemos como "Mina de la Jayona" eran, en realidad, dos minas diferentes, llamadas "El monstruo" y "Ya te lo decía", donde se extraían 3.900 Tm. de hierro pobre. El mineral era trasladado, con caballería, hasta Fuente del Arco (Badajoz), y de aquí, en ferrocarril de vía estrecha hasta Peñarroya (Córdoba) donde era utilizado como fundente en los hornos de plomo de esta localidad.


Explico la fotografía superior; se aprecia en la parte superior de la misma (donde hay un vallado de madera) el lugar por donde iba la vagoneta cargada con el mineral procedente del interior de la mina, los obreros vertían el mineral, que salía por las cuatro aberturas u ojos que hay en la parte inferior (los cargaderos).   


Había allí unas piscinas donde se lavaba el mineral (trabajo que hacían niños). Después, ese mineral se cargaba en un cable aéreo de vapor (un teleférico) que trasportaba el mineral hasta Fuente del Arco. En la imagen superior se observa las ruinas de la nave donde una vez estuvo situado la maquinaria del cable aéreo.



Hoy es visible las ruinas de una antigua herrería, donde reparaba in situ los picos, las palas, los puntales y demás materiales de los mineros. También se observa el Pabellón de ingenieros y el de los mineros (actualmente reconstruidos). Los mineros avanzaron en profundidad (11 niveles) de los que hoy son visitables los niveles 2, 3 y 4.





Debido a las condiciones de humedad y temperatura de la Mina de la Jayona, se crea un microclima, que favorece una flora característica de zonas húmedas, (helechos, musgos, higueras...) que contrasta con la flora del exterior. En cuanto a la fauna, es característica las aves rupícolas, que anidan en los cantiles y cortados, como la chova piquirroja, los vencejos, los aviones comunes, los búhos reales o las cigüeñas negras. destacan mamíferos como los murciélagos de herradura (en peligro de extinción).



Es un verdadero tesoro geológico de la región, donde se pueden observar pequeñas estalactitas, de tan solo 80 años de edad. Los mineros en su prospección, descubrieron una auténtica joya geológica, casi única en Europa, una falla transversal (fractura a lo largo de la cual se ha deslizado lateralmente un bloque respecto del otro).



Se observa nitidamente el "Plano de falla", de un color grisáceo-oscuro respecto al bloque debido a las altas temperaturas producidas por el deslizamiento.



Una curiosidad; la palabra "ganga"(bien que se adquiere a un precio muy por debajo del que corresponde) proviene del vocabulario minero. En una mina se extraen materiales, de los cuales unos son utilizables, tienen valor económico, (se denomina a estos materiales Mena) y otros materiales eran descartables, residuales, las llamadas "Gangas".

Otra curiosidad; El lector curioso podría pensar el por qué de una mina, creada por el hombre, es un Monumento Natural. Esto que parece una contradicción se explica por el microclima de la mina, que propicia una exhuberante vegetación, diferenciada de la del exterior, una fauna protegida con animales en peligro de extinción, como el murciélago de herradura y una joya geológica casi única en Europa; una falla transversal.




Todas las fotografías son del autor del blog quedando prohibida su reproducción sin su expreso consentimiento.

martes, 13 de febrero de 2018

Por San Blas, la cigüeña verás


"Por San Blas, la cigüeña verás". Me sirve este refrán castellano para ilustrar una entrada dedicada a las aves urbanas. Gracias a su amplia distribución, las aves se pueden observar casi en cualquier hábitat, incluso en el centro de las ciudades. Por ello, hoy voy a dedicar la atención a las aves urbanas.



Algunas aves muestran gran habilidad para adaptarse a la vida urbana, usando los edificios para anidar e incluso los parques urbanos se han convertido en importantes refugios para estas aves.



 Grupo de estorninos.

Imaginemos un pueblo cualquiera, con sus calles, sus edificios, sus parques, su iglesia, su plaza. Los pueblos y ciudades están mas templadas que el campo que los rodea, por lo que es menos probable que el agua para beber se congele durante el invierno. Las plantas de los jardines florecen antes y más rápidamente debido al calor, por lo que atraen a más insectos. El calor de las ciudades hacen que las corrientes de aire cálida se eleven lo que favorece al vuelo de las aves. Todo ello ofrece ventajas a las aves urbanas.



   Mirlo común.

En primavera, en nuestros parques y jardines, se puede escuchar el canto melódico del Mirlo común (Turdus merula). Los edificios ofrecen  un refugio seguro como a esta pareja de cigüeñas blancas (Ciconia ciconia).

   Pareja de cigüeñas blancas sobre espadaña.

Algunos pueblos y ciudades son, además, ZEPA, donde es posible observar algunas falcónidas como el cernícalo primilla (falco naumanii).

   Ejemplar macho de cernícalo primilla.

Una de las aves mas extendidas en nuestros pueblos es el pequeño y familiar gorrión común (Passer domesticus). Estas pequeñas amigas están tan estrechamente vinculadas al hábitat urbano que los hombres de ciencias han puesto el nombre de "gorrión" a un grupo de aves que abarca más de la mitad de las especies de aves del mundo, las passeriformes; es decir, las que tienen forma de passer, de gorrión.



Otros passeriformes que pueden verse en nuestros parques es el llamativo Petirrojo (Erithacus rubecula).





Sin embargo,el ave urbana mas exitosa sin la menor duda es la paloma doméstica (Columba livia). las grandes bandadas de palomas pueden incluso causar graves daños en los edificios con sus excrementos, considerándose plagas en algunos casos.



Esta gran población de palomas ha atraído hasta las grandes ciudades a su depredador natural, los halcones peregrinos (Falco peregrinus), que utilizan los edificios como en la naturaleza utilizan las cortaduras y los acantilados. Así, hay nidos de halcones peregrinos en ciudades tan pobladas como Madrid. En las grandes ciudades extremeñas no tengo constancia de anidamientos de estas falcónidas.




Otras aves urbanas ocasionan más molestias, como son las golondrinas comunes (Hirundo rustica) que construyen sus nidos de barro en los aleros de los edificios. Podemos observar otras aves tales como cernícalos comunes, lechuzas, grajillas, jilgueros...



La observación de las aves urbanas tiene la indudable ventaja de que no es preciso ningún equipamiento especial para poder observarlas y se puede disfrutar simplemente paseando por las calles, descubriendo rincones encantadores.



Me han servido de localización para esta entrada, por orden alfabético, Acedera (BA), Cáceres (CC), Fuente del Arco (BA), Gata (CC), Llerena (BA), Robledillo de Gata (CC), San Martín de Trevejo (CC) y Trujillo (CC).


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martes, 6 de febrero de 2018

Las aves tuneladoras: el abejaruco común (Segunda parte)




En los meses de primavera y verano, en los cortes de las terreras arenosas de numerosísimos ríos de la región, pueden ustedes pasar un rato magnífico viendo el ir y venir, siempre trepidante, de estas coloridas aves. 

En agosto, bajo un sol de justicia, el río discurre lentamente colmando de vida las orillas. El agua como elemento concentrador de vida, donde una gran diversidad de fauna rompe la monotonía del paisaje agostado.



Un ánade azulón rompe la lámina de agua en busca de plantas palustres. Aguas abajo, una ictiófaga conocida por los amigos de este blog, una Garza real que arponea el río.

Los abejarucos (Merops apiaster) son expertos cazadores de insectos voladores que atrapan, con destreza, en el aire. Son aves entomófagas. Los hombres de ciencias los llaman "Apiastes", del latín apis-is; abeja. Transportan los insectos voladores que constituyen su alimento en las pinzas de sus picos.

                                      




Los abejarucos (Merops apiaster) son aves cavadoras. El nido consiste en un largo túnel de hasta 2 metros de profundidad que termina en un habitáculo, una cámara de unos 32 cm donde la hembra deposita de 4/5 a 7/10 huevos blancos, que son incubados durante 20 días. El periodo de cría dura unos treinta días.


Cerca de nido puede encontrase uno de sus depredadores naturales, la culebra bastarda. El ápodo no dudará en prospectar los túneles en busca de los polluelos.










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