martes, 25 de abril de 2017

Los quelonios: el galápago europeo y el galápago leproso


Los quelonios son reptiles, cuya columna vertebral está soldada a un caparazón, las conocemos como tortugas, las cuales podemos dividir, a su vez, en terrestres o acuáticas. Hoy les presento a las tortugas de hábitos acuáticos, los galápagos. En la Península Ibérica tenemos dos especies de tortugas semiacuáticas; el Galápago europeo (Emys orbicularis) y el Galápago leproso (Mauremys leprosa).

Antes de entrar en pormenorizaciones sobre los galápagos ibéricos, cuántos de los amigos del blog pueden pensar que los quelonios son animales poco interesantes y de escaso valor faunístico, pero es ciertísimo que los quelonios son una de las especies más fascinantes de la fauna.


Piensen en un animal, de patas cortas que le impide huir rápidamente de los predadores. Un animal sin dientes ni garras, cuyas uñas están más diseñadas para escarbar que para inferir heridas. Un animal torpe en tierra, pesado. Éste grupo de animales han desarrollado un sistema de protección tan eficiente que son, sin género de dudas, de los de mayor éxito del planeta, de los más longevos. Piensese en las especies gigantes que habitan en las famosas Islas Galápagos y se comprenderá, fácilmente, mi afirmación: los quelonios son  una de las especies más fascinantes de la fauna.

   Ejemplar de tortuga gigante en cautividad.

Diferencias entre el Galápago europeo (Emys orbicularis) y el Galápago leproso (Mauremys leprosa): 

                                         Fotografía 1. ejemplar de galápago europeo.

A primera vista, el galápago europeo  (Emys orbicularis), tiene el caparazón más ovalado, de color negro o marrón oscuro con listas amarillas, mientras que el galápago leproso (Mauremys leprosa), presenta un caparazón mas plano y de color verde oliva.

                                         Fotografía 2. ejemplar de galápago leproso.

Ambas especies son de pequeño tamaño, de alrededor de unos 20 -30 cm. En relación al caparazón de los galápagos, es poco abombado en comparación con las tortugas terrestres, a fin de favorecer los movimientos del animal en el agua.

 Fotografía 3. Galápago leproso en termorregulación, detalle de las uñas.


Morfología: Estos reptiles, de patas cortas y anchas, provistas membranas interdigitales y de fuertes uñas, fotografía 3. Carecen de dientes, poseen un pico, similar al de las aves, que le sirve para capturar los insectos acuáticos y pequeños peces que conforma su alimento (Fotografía 4). Podemos distinguir una tortuga terrestre de una acuática por su cola. Sepan que los galápagos poseen un apéndice más largo y estrecho que sus parientes terrestres. (Fotografía 2).

                               Fotografía 4, detalle del pico.

Lo que más llama la atención de los quelonios es el caparazón, auténtico escudo que permite al animal protegerse de los depredadores o de las inclemencias del tiempo. Siendo un animal carente de dientes y relativamente fácil de capturar por los depredadores, el caparazón proporciona una forma de protección especializada, pudiendo esconder su cabeza y miembro dentro del mismo. Formado de queratina (igual que las uñas o el pelo de Vd.) tiene una gran capacidad regenerativa, se une con la parte ventral del cuerpo con el plastrón. Caparazón y plastrón conforma una auténtica armadura.

                                         Fotografía 5.

Ambas especies tienen un crecimiento lento, no alcanzando la madurez sexual hasta los 12 -13 años en los machos, 18-20 en las hembras de la especie europea

Hábitat: En los lugares donde conviven ambas especies de quelonios, suele ser más abundante la presencia del galápago leproso que el europeo, siendo este último más escaso. Los galápagos, tanto europeo como leproso, son especies adaptadas a la vida en torno a todo tipo de masas de aguas (rios, embalses, charcas...) aunque habitan de manera preferente en aquellos cauces de escasa corriente y vegetación abundante que les proporcione protección.

                                Fotografía 6.

                                Fotografía 7.
El galápago europeo (Emys orbicularis), se distribuye, prácticamente, por toda la geografía europea, desde Rusia hasta el norte de África, está presente en Alemania, Francia y toda la fachada mediterránea, excepto en las Islas Británicas. El galápago leproso (Mauremys leprosa), se distribuye por el suroeste de Europa, (Península Ibérica, sur de Francia y noroeste de África).


  Fotografía. 8. Galápago europeo.


Biología: El periodo de actividad de los galápagos comienza en primavera, (abril-mayo) dependiendo de la temperatura. Como todo reptil, los galápagos no regulan su  temperatura corporal, por lo que necesitan del sol para su termorregulación. Por ello, su periodo de actividad comienza en primavera, hasta los meses de septiembre/octubre, momento en que desciende la temperatura y se produce la hibernación.

                                         Fotografía 9. ejemplares en termorregulación.

Asimismo, es frecuente observar a individuos de ésta especie a primera hora de la mañana, realizando la termorregulación sobre una piedra, un tronco o en la misma orilla. Si es perturbada, no dudará en lanzarse al agua, enterrándose en el fondo hasta que pase el peligro.

Alimentación: Válido para ambas especies de galápagos. Los galápagos son omnívoros, se alimentan de insectos, invertebrados acuáticos, anfibios, peces, pequeñas culebras de agua o carroña, pudiendo alimentarse también de plantas acuáticas.

Amenazas: Como todo animal ligado al medio acuático, hay diversos factores que amenazan la salud de las poblaciones de los galápagos ibéricos, tales como la destrucción del hábitat por desecación o contaminación, la construcción de infraestructuras que fragmentan su ecosistema ripario, (canales, acequias...) y que impiden el intercambio genético de las poblaciones.

He de hacer mención, en este punto, al grave problema consistente en la introducción de especies exóticas, alóctonas, que compiten, directamente, por el alimento y el hábitat. Me refiero a la suelta del Galápago de Florida, catalogada como una de las 100 especies exóticas invasora más perjudicial, presente en 32 provincias y 17 Comunidades Autónomas. esta especie alcanza tallas superiores a los galápagos autóctonos, produce una mayor descendencia y alcanza la madurez sexual antes.


Protección en Extremadura: El galápago europeo (Emys orbicularis), esta catalogada como "especie sensible a la alteración de su hábitat", mientras que el galápago leproso (Mauremys leprosa), se cataloga como "especie de interés especial". 

Todas las fotografías son del autor del blog quedando prohibida su reproducción sin su expreso consentimiento

No hay comentarios:

Publicar un comentario