(Aquila adalberti)
El águila imperial ibérica (Aquila adalberti) es una de las cuatro aves de presa más amenazada del mundo y la más amenazadas de Europa. Es una auténtica joya del bosque mediterráneo que hay que preservar, para que las generaciones futuras puedan asombrarse contemplando el vuelo de la majestuosa rapaz.
El águila imperial ibérica (Aquila adalberti) es una de las cuatro aves de presa más amenazada del mundo y la más amenazadas de Europa. Es una auténtica joya del bosque mediterráneo que hay que preservar, para que las generaciones futuras puedan asombrarse contemplando el vuelo de la majestuosa rapaz.
Morfología: Algo más pequeña que el Águila Real (Aquila chrysaetos), llama profundamente la atención la silueta poderosa y elegante. Estamos ante el águila más hermoso de nuestra avifauna, junto con el águila azor perdicera (Aquila fasciata). Esta hermosísima rapaz es una gran depredadora, con sus plumas de seda y sus garras de acero ocupa el vértice de la pirámide trófica.
Los adultos presentan una librea inconfundible, -marrón oscuro, casi negro-, con unas características plumas blancas en los hombros de la rapaz, muy llamativas cuando esta en vuelo. La cara, la nuca y el lateral de la cabeza son de un tono más pálido, sin llegar a los tonos dorados del Águila Real. Destaca un poderoso pico, ancho y curvo, capaz de desgarrar como el más afilado bisturí, la cera pálida. La mirada penetrante, incisiva. Los tarsos fuertes, vigorosos, una potente musculatura le permite al ave sujetar sus presas y unas garras de gran tamaño, aceradas y punzantes, hieren y agujerean el cuerpo de sus presas.
Hábitat: Lo que decíamos semanas pasadas sobre el lince ibérico, podemos trasladarlo al Águila imperial. Las águilas imperiales ibéricas (Aquila adalberti) son un endemismo taxonómico, una especie propia de la Península Ibérica, diferenciada del Águila imperial oriental (Aquila heliaca).
Una joya de la fauna propia del matorral mediterráneo. Las águilas imperiales eligen vivir zonas de bosque mediterráneo, donde se alteren zonas de arbolado y matorral leñoso (encinas, madroño, jara, lentisco, lavanda, retama) por contra, su pariente, el Águila Real (Aquila chrysaetos), de gustos más montañosos.
Generalmente, las águilas ocupan ecosistema bien conservados, de gran variedad de fauna (Águilas calzadas, buitres negros, milanos reales, búhos reales, lobos ibéricos...), en Extremadura, he observado a la gran rapaz, sobretodo, en Monfragüe y Sierra Morena, siempre en zonas de gran población de su presa natural, el conejo.
Biología: Las águilas imperiales ibéricas (Aquila adalberti) muestran un fuerte sentido de la territorialidad, no tolerará la presencia de otras águilas imperiales en la zona que consideran su territorio y las expulsarán inmediatamente. Se emparejan de por vida, construyen en su territorio varios nidos, sin que se sepa la razón por la que eligen unos u otros.
El nido es una amplia plataforma de ramas secas entrelazadas, tapizado de musgo, generalmente sobre árboles de gran porte (encinas, alcornoques) también sobre pinos. En enero-febrero pueden verse las parejas de águilas imperiales en vuelo de cortejo. La puesta, que oscila sobre 1 a 4 huevos blanquecinos con motas ocres, eclosionan a los 44 días de incubación (sobre finales de abril).
Concluyo aquí la primera parte dedicada a la gran rapaz de los bosques mediterráneos.
Los adultos presentan una librea inconfundible, -marrón oscuro, casi negro-, con unas características plumas blancas en los hombros de la rapaz, muy llamativas cuando esta en vuelo. La cara, la nuca y el lateral de la cabeza son de un tono más pálido, sin llegar a los tonos dorados del Águila Real. Destaca un poderoso pico, ancho y curvo, capaz de desgarrar como el más afilado bisturí, la cera pálida. La mirada penetrante, incisiva. Los tarsos fuertes, vigorosos, una potente musculatura le permite al ave sujetar sus presas y unas garras de gran tamaño, aceradas y punzantes, hieren y agujerean el cuerpo de sus presas.
Hábitat: Lo que decíamos semanas pasadas sobre el lince ibérico, podemos trasladarlo al Águila imperial. Las águilas imperiales ibéricas (Aquila adalberti) son un endemismo taxonómico, una especie propia de la Península Ibérica, diferenciada del Águila imperial oriental (Aquila heliaca).
Una joya de la fauna propia del matorral mediterráneo. Las águilas imperiales eligen vivir zonas de bosque mediterráneo, donde se alteren zonas de arbolado y matorral leñoso (encinas, madroño, jara, lentisco, lavanda, retama) por contra, su pariente, el Águila Real (Aquila chrysaetos), de gustos más montañosos.
Generalmente, las águilas ocupan ecosistema bien conservados, de gran variedad de fauna (Águilas calzadas, buitres negros, milanos reales, búhos reales, lobos ibéricos...), en Extremadura, he observado a la gran rapaz, sobretodo, en Monfragüe y Sierra Morena, siempre en zonas de gran población de su presa natural, el conejo.
Biología: Las águilas imperiales ibéricas (Aquila adalberti) muestran un fuerte sentido de la territorialidad, no tolerará la presencia de otras águilas imperiales en la zona que consideran su territorio y las expulsarán inmediatamente. Se emparejan de por vida, construyen en su territorio varios nidos, sin que se sepa la razón por la que eligen unos u otros.
El nido es una amplia plataforma de ramas secas entrelazadas, tapizado de musgo, generalmente sobre árboles de gran porte (encinas, alcornoques) también sobre pinos. En enero-febrero pueden verse las parejas de águilas imperiales en vuelo de cortejo. La puesta, que oscila sobre 1 a 4 huevos blanquecinos con motas ocres, eclosionan a los 44 días de incubación (sobre finales de abril).
Concluyo aquí la primera parte dedicada a la gran rapaz de los bosques mediterráneos.
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