martes, 19 de junio de 2018

Sapos y culebras


Hay criaturas, ciertamente, que gozan de mala fama. Animales que por su aspecto resultan repulsivos, diríamos que algunas de estas criaturas tienen una reputación de ponzoñosos, de sabandijas, de alimañas. Hoy nos detenemos en ellos, los observaremos atentamente y, puede, que estos animales de mala fama lleguen a colmarnos de maravilla y asombro.

    Sapo corredor (Epidalea calamita)

He comenzado con un hermoso sapo corredor (Epidalea calamita). Sapo mediano, de hasta 9 cm de longitud y cabeza mas ancha que larga, hocico corto. De aspecto compacto y cuyo dorso presenta grandes verrugas redondeadas. Glándulas parotídeas prominentes. Presenta una característica línea  vertebral, de color amarilla o verde claro, que recorre longitudinalmente todo el dorso del anfibio.


Debe su nombre a su peculiar forma de caminar, que a diferencia de otras especies de sapos y de las  mismas ranas, se desplaza caminando con las patas estiradas. Cuando es molestado, puede secretar un líquido blanco y venenoso (totalmente inofensivo para las personas), de ahí la mala fama de este anuro de maravillosos ojos ambarinos y negros.

   Rana verde (Pelophylax perezi)

En imagen, una rana común o rana verde (Pelophylax perezi). A fin de simplificar, podemos decir que tanto sapos como ranas son anuros (anfibios que carecen de cola), siendo las ranas mas gráciles, con extremidades mas largas y palmeadas. Los sapos, por contra tienen extremidades cortas y casi ha desaparecido la membrana interdigital de sus patas.


Las piel de la rana es mas lisa que la del sapo y, por lo general, mas húmeda. Vistoso anfibio de nuestros ecosistemas riparios, que llenan con su croar, el aire en las noches de verano.


Siguiendo el título de esta semana, pasaremos de los anuros (anfibios que carecen de cola) a sus predadores naturales; los ápodos (reptiles que carecen de extremidades).

  Ejemplar juvenil de culebra bastarda. (Malpolon monspessulanus).

¡Cuidado! Las culebras tiene la capacidad de asustar o aterrorizar a las personas, siendo este temor innato, inconsciente, y atávico. Por ello, los ofidios han gozado, desde siempre, de muy mala fama.


ejemplar juvenil de Culebra de escalera  (Rhinechis scalaris)


Ya habrá tiempo, en otro momento, de hablar más en profundidad de algunos miembros de la familia de los colúbridos (culebras) de la Península Ibérica y las que habitan en Extremadura en particular.


Baste por ahora, amigo de este blog, saber que las culebras no tiende a atacar si no se las molesta o amenaza, si no se pretende incomodar de alguna manera al ofidio. Por contra, su conducta habitual es tender a huir ante la presencia humana. Por ello, si usted se encuentra con uno de estos ápodos, no les moleste, bastará con no ponerse a su alcance.



Las culebras de Extremadura son aglifas, es decir, sus colmillos carecen de ningún sistema inoculador de veneno. No son peligrosas. Su picadura es seca, es decir, no inocula veneno alguno, pues carecen de veneno.

 Culebra de escalera  (Rhinechis scalaris)

Bien es cierto que la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus), como la de la imagen, y que es la mayor culebra de la Península Ibérica, alcanzando una longitud superior a 2 metros, es una culebra opistoglifa. Son estas las que tienen un colmillo en la parte posterior del maxilar superior, con unos surcos que canalizan las toxinas hacia el cuerpo de la desdichada presa. Es potencialmente venenosa, pero su mordedura no representa riesgo alguno para el ser humano

culebra bastarda. (Malpolon monspessulanus).

Me permito terminar esta monografía, subrayando que las culebras no son peligrosas para el hombre, no representan riesgo alguno, todo lo contrario, son beneficiosas. Se alimentan de ratones, que trasmiten enfermedades y esquilma los campos de cultivos.


Por lo que si usted, ahora que suben las temperaturas, se encuentra con una culebra de escalera, o con una de herradura o con un bastarda, termoreguloándose en una carretera, no la pise con el coche, no la mate.

Todas las fotografías son del autor del blog quedando prohibida su reproducción sin su expreso consentimiento.

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