martes, 28 de febrero de 2017

La nutria de río (Primera parte).


Orden Carnívoro. Suborden fisípedos. Familia Mustélidos. Subfamilia lutrinae.
Lutra lutra.

Bien puedes creerme cuando digo que cada vez me resulta más difícil encontrar a éste simpático mustélido en los ríos y arroyos de Extremadura. Tanto es así, que para poder desarrollar el tema que les presento este martes, he necesitado meses de búsqueda, de paciente espera, de frías madrugadas. Tanto es así, que casi tenía ya perdida la esperanza cuando sorprendí, en un pequeño arroyo, al animal de mis desvelos. El poder ver a la nutria en su medio bien vale el esfuerzo.

Morfología: La nutria de río (nutria común o euroasiática) es un mustélido (del lat. mustela que significa comadreja) adaptado anatomicamente para la vida acuática. Ésta criatura está tan maravillosamente readaptada al agua que su cuerpo se ha acondicionado perfectamente al medio fluvial en que se desenvuelve. Su cuerpo es fusiliforme, (tiene forma de huso, es alargado), hidrodinámico, cubierto por un manto de color pardo, espeso, impermeable. Éste pelaje, ha sido la causa de su tragedia; la nutria común ha desaparecido de muchos ríos, cazada, por el valor económico de su piel.

Fotografía 1. Nutria nadando.
Fotografía 2. Nutria nadando.

Las extremidades son cortas, sus cinco dedos están palmeados, unidos por una membrana interdigital de color negra y lampiña, muy vascularizada, que dotan al mustélido de una gran capacidad natatoria. La nutria puede manipular con sus dedos el alimento, normalmente escurridizos peces. Posee una mancha característica en la garganta, de color blanca. La cabeza alargada, el hocico corto presenta numerosas vibrisas que le ayudan a detectar a sus presas cuando están sumergidas. La orejas muy pequeñas (Fotografía de entrada). La columna vertebral es muy flexible, que permiten al animal una extraordinaria agilidad en el medio fluvial (Fotografías 1 y 2). La cola es portentosa, muy musculosa, ancha en su base y con forma de remo, desempeña un papel importante durante la natación.
Existe cierto dimorfismo sexual en cuanto al tamaño, siendo los machos algo mayores.
Si todo ello no fuera suficiente para asombrarte, las nutrias pueden cerrar sus conductos nasales y sus orejas durante la inmersión para evitar que entre agua en dichos conductos.

Biología: Miden de 56 a 86 cm de longitud y su peso varía entre los 3 y los 10 kilos. Son animales inteligentísimos, entre ellas son de carácter muy sociables, pacíficas, que gustan de jugar. Quizás sea ésta la razón de su aguda inteligencia.

                                Fotografía 3. Nutria fuera del río.

                                Fotografía 4. Nutria fuera del río.


Son nocturnas, por lo que la mejor hora para observar a las nutrias comunes en su hábitat es al amanecer y al anochecer (Fotografías 3 y 4). Las crías nacen en un nido totalmente oculto, (Fotografía 5) cuya entrada habitualmente se encuentra bajo el agua, lo que impide el acceso a los depredadores. Se reproducen en cualquier época del año, la gestación dura 2 meses aprox., y paren dos o tres crías, Nacen ciegos y permanecerán en el nido unos ocho o nueve meses.

Fotografía 5. ¿Nutria entrando en el nido?.

Es el segundo mustélido más grande de la Península Ibérica, después del tejón (Meles meles). En la naturaleza, viven sobre 10 años, en cautividad hasta 15.

Una curiosidad: en la naturaleza solo tres animales utilizan herramientas para obtener el alimento; el chimpancé, que utiliza una larga rama a modo de "caña de pescar" para capturar termitas, el alimoche, que utiliza una piedra para poder romper la dura cáscara del huevo del avestruz y la nutria marina, que utiliza piedras para  romper el caparazón de sus presas. 

Alimentación: La nutria común (Lutra lutra) es carnívora, capturan peces, anfibios, cangrejos, reptiles, pequeños mamíferos... según estudios, el 95% de sus presas naturales son animales acuáticos o anfibios. Pueden pescar en solitario o en pareja y, desde el punto de vista ecológico, realizan una labor de gran importancia toda vez que eliminan individuos enfermos o débiles, manteniendo un equilibrio en las poblaciones de las distintas especies fluviales (Fotografía 6).

Distribución geográfica: La nutria de río (nutria común o euroasiática) se localiza en Europa, (excepto Islandia)  Asia y norte de África occidental. En España, está ausente en el Sureste (ríos de cauces irregulares, pobres en agua, muy contaminados) y en algunas zonas de la Cordillera Cantábrica.

    Fotografía 6.

Amenazas: Hasta los años 70 del pasado siglo XX, la nutria común era cazada tanto porque se la consideraba dañina como por el valor económico de su lustrosa piel. La nutria de río habita en cursos de aguas no contaminados, siendo un animal muy sensible a las variaciones del medio acuático que causa el hombre, tales como la deforestación de las orillas, la contaminación de las aguas fluviales, la disminución en las poblaciones de peces, etc etc., debido a ésto, se las considera como un buen bioindicador del ecosistema ripario.

Protección en Extremadura: El legislador extremeño encuadra a la nutria de río (Lutra lutra) dentro de la categoría de "Especies de interés especial". Sin embargo, el autor del blog considera que debido a la especial sensibilidad de la nutria a las variaciones del medio fluvial, que hacen de éste mustélido un buen bioindicador de la salud de los ecosistemas acuáticos, así como por ser considerada una especie escasa, sería más conveniente encuadrar a la nutria dentro de la categoría de "especies sensibles a la alteración de su hábitat".

Todas las fotografías son del autor del blog, quedando prohibida su reproducción sin su expreso consentimiento.

martes, 21 de febrero de 2017

El bajo Zújar, el paraíso de las aves pescadoras.



No me canso yo, lector, de recorrer una región de una gran riqueza ecológica, una franja riparia (del latín ripa, que significa ribera/costa) de poco más de 40 kilómetros donde se pueden observar las más variadas especies de aves acuáticas, estamos en el bajo Zújar. Hoy, os invito, a contemplar éste biotopo fluvial conmigo.

Exposición del tema: El Zújar es el principal afluente del río Guadiana por su margen izquierda, de unos 214 km, discurre, en su práctica totalidad, por áreas con baja presencia humana, por lo que la degradación ecológica es muy baja. 





















Fotografía 1. Tramo del bajo Zújar en época estival.

En sus aguas y en sus riberas viven y cazan unas aves de presa perfectamente adaptadas al medio acuático, las llamadas aves pescadoras. Para mayor sencillez del tema, las voy a catalogar por su forma de pescar, en ictiófagas -aquellas aves que se alimentan de peces- arponeras e ictiófagas submarinas.

Las ictiófagas arponeras son las que utilizando los potentes músculos de cuello, de alta capacidad contráctil y dotadas de un pico largo y afilado a modo de daga, ensartan o espetan a los peces para luego deglutirlos.

Las ictiófagas submarinas, por contra, se dejan caer en las aguas para sumergirse y, posteriormente emerger segundos después con un pez en el pico.

La comunidad del río: La buena calidad del agua y la vegetación ribereña favorecen la gran diversidad de ictiofauna, tanto autóctona como alóctona, que conforma el sustento base de una gran diversidad de depredadores. Un río limpio, un río sano que constituye un importante refugio para las aves pescadoras.

                                Fotografía 2. Ictiófaga arponera.

                                Fotografía 3. Ictiófaga arponera.

En el tramo embalsado del Zújar que constituye el contraembalse de La Serena, durante la invernada, observamos una estilizada Garza Real (Ardea cinerea). Sus largos músculos del cuello, contraídos exactamente igual que hacen las serpientes- se tensan como las cuerdas de una guitarra, hasta que saltan como un resorte para deglutir, a favor de escama, un black bass. Aguas arriba, una Garceta grande (Egretta alba) observa, hierática, la escena de pesca (Fotografías 2 y 3).

La lámina de agua discurre lentamente, con una profundidad en torno a los 2 metros y una anchura media de unos 80 metros. Acuden al encuentro del observador multitud de Ánades azulones (Anas platyrhyncho), de vuelo rápido y nervioso (Fotografía 4). He podido observar en sus aguas otras ictiófagas, especializadas en pesca submarina, me refiero a los Cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo) y a una de las más hermosa de las aves de la Península Ibérica, el Martín Pescador (Alcedo atthis), Fotografía 5.


Fotografía 4.

                                                                        Fotografía 5. Ictiófaga submarina.


En época estival, he podido observar -y fotografiar- en este entorno, otra de las aves más bellas de los cielos extremeños, el Abejaruco europeo (Menops apiaster), joya alada que cría en las terreras del río (Fotografía 6). También es un lugar adecuado para ver otras rapaces tales como el Águila calzada (Aquila pennata), el Milano negro (Milvus migrans) o el Milano  real (Milvus milvus), fotografía 7.

    Fotografía 6. Ave insectívora.


    Fotografía 7. Milano real en vuelo de caza. Ave rapaz.

Aguas abajo, llegamos a un lugar único para ver a la Cigüeña blanca (Ciconia ciconia). En este tramo la historia y la fauna se aúna, como a continuación explico.

                                Cigüeña blanca en las orillas del Zújar.

Aspectos históricos, el frente del Zújar: En la primavera de 1938, segundo año de guerra, la 45 división internacional dejaba el frente de Teruel, pasando al de Extremadura. La llamada "Bolsa de la Serena" consistía en el entrante más importante del bando republicano en la zona franquista en el Sur de España. En el mes de julio de 1938 se producen las operaciones tendentes al cierre de la "bolsa". En el bando republicano se crea una división con la misión de defender a toda costa el nudo ferroviario Mérida-Villanueva de la Serena-Castuera y detener a las divisiones de Queipo de Llanos  por la zona del Zújar, se la conocería como "la división del Zújar" y estaría a las ordenes de Sánchez Carmona, contaban con las brigadas  de reserva XXV y XII de asalto.

                                          Bunkers de defensa del puente
                                           Bunkers de defensa del puente.

Hoy, en este tramo del río, se preserva un importante patrimonio bélico, (bunkers, puentes, nidos de ametralladoras, trincheras, puestos de observación, etc etc) conservados casi en su totalidad al ser un área de escasa presencia humana y estar dedicada esta zona a la agricultura y ganadería.




                                          Restos del puente sobre el río Zújar.

Lejano ya el horrísono sonido de la guerra, hoy las cigüeñas blancas construyen, apacibles, sus nidos de vida, (no de muerte como los nidos de ametralladoras), en las plataformas de los pilares del puente bélico. El más adecuado contrapunto a esta historia de guerra, es la serenidad de la ermita de Santa María del Zújar, del siglo XVI, construida a orillas del río mismo.

                                          El río a su paso por la Ermita del Zújar.

                                          Ermita del Zújar.

En este reducto de paz, quiero poner hoy punto final a nuestro paseo por el bajo Zújar, no solamente como río de vida, de fauna, sino también como río de historia.

Todas las fotografías son del autor del blog, quedando prohibida su reproducción sin su expreso consentimiento


martes, 14 de febrero de 2017

El alcaudón real (segunda parte).



Resulta que en estas monografías que, como cada martes, dedico a la avifauna de Extremadura, intento sumergir al lector en los temas que trato de exponer, lo mejor que puedo, pero siempre de forma apasionada. En ésta línea, hoy voy a terminar la entrada dedicada a ese pequeño matador, que decía el martes pasado que caza al reclamo y que forma despensas para los malos tiempos en los espinosos refugios del seno de las chumberas. Hablaba yo del alcaudón real. 



Notas de campoEnfilo el derrotero que me lleva a las Villuercas, paraje de extraordinaria riqueza natural que ocupa una extensión aproximada de 2.500 km2 en el suroesete de la provincia de Cáceres. La característica más singular de este paraje es que vierte sus aguas a dos cuencas fluviales diferentes; la del Tajo y la del Guadiana, lo que convierte a las Villuercas en un paraje casi único en la Península Ibérica.

    Fotografía 1.


Paisaje de inmensa belleza (Fotografía 1), donde las cristalinas trenzas de aguas transcurren por amenos valles, formando en su cauce infinidad de charcos que parecen espejos. Es noviembre en el bosque mediterráneo. En el objetivo de mi cámara una Tarabilla europea (Saxicola rubicola), un macho de vistosa librea (Fotografía 2 y 3). La tarabilla europea o común es un pequeño túrdido, insectívoro, que gusta de posarse en sitios que sobresalen en su coto de caza, postes, alambres o altas hierbas, en busca de sus presas. Una curiosidad: es de las aves que menos distancia de seguridad mantiene con los birdwatchers.

                                            Fotografía 2.
                                           Fotografía 3.

Hoy, la tarabilla no está sola, un depredador vigila el coto de caza desde una alta percha, el alcaudón real (Fotografía 4). Es el juego de la vida y la muerte, de comer y no ser comido. Yo me senté a observar la trágica escena que se iba a desarrollar y que trataré de contar aquí con fidelidad de cronista.

                                          Fotografía 4.

La tarabilla común buscaba algún insecto entre los pastizales cuando el alcaudón real empezó a emitir un débil gorjeo. La tarabilla parecía no percatarse de las intenciones del pequeño matador, que seguía, insistente, con su canto. El alcaudón se posó en una rama más cercana, atento a su presa, inmóvil, en claro ejemplo de cripsis (Fotografía 5). Era natural pensar en el fin trágico de la tarabilla, era natural pensar en la despensa del alcaudón.


                                Fotografía 5.

Quiso posarse la tarabilla en un alambre que dividía una cerca. A dos metros, el depredador no perdió el tiempo en posarse. El alcaudón real emitía un gorjeo repetitivo y, cada vez que lo emitía, se acercaba con lentos movimientos a su presa. Emitía un canto agudo, corto, a la vez que daba unos saltitos, metro y medio. La tarabilla no se espantaba. Otra vez el gorjeo tranquilizador, un metro. Daba ya por sentado la mala ventura del túrdido, medio metro. "¡Ay tarabilla confiada!, qué cerca tienes las terribles pinzas del alcaudón". quince centímetros. Otra vez el fatal trino, ya no había remedio.


                                 Fotografía 6.

De repente, cuando espera ya el supremo golpe del matador, un horrísono sonido de cencerros. Un rebaño de ovejas acertó a pastar cerca de donde se estaba desarrollando la terrible escena aquí relatada. La tarabilla pareció sacudirse, despertarse, al sonido de los ungulados domésticos. Ahueco sus plumas y se alejó volando de donde su suerte parecía sentenciada. Hoy, en el juego de la vida y la muerte en el monte mediterráneo ha salido cara, la tarabilla podrá vivir un día más. El alcaudón, contrariado, voló hasta la rama más alta de una encina cercana ( Fotografía 6), mirando a las ovejas que pastaban tranquilamente debajo suya, hasta que, hastiado, se fue volando de ese lugar. Otra vez será.


Vídeos:


Vídeo 1.


Vídeo 2.

Vídeo 3.


                                                                   Vídeo 4.



Todas las fotografías y vídeos son del autor del blog, quedando prohibida su reproducción sin su expreso consentimiento


martes, 7 de febrero de 2017

El alcaudón real (primera parte)


Orden Passeriformes, familia laniidae

En el matorral, como una bola blanca emplumada oteando el horizonte en busca de presas, se encuentra el pájaro carnicero, el alcaudón real. (Lanius meridionalis).

Morfología: Visto de cerca, el alcaudón real se presenta como un ave contradictorio, explico esto; la cabeza es enorme, voluminosa y masiva mientras que las patas son muy finas y ligeras, el pico fuerte, ganchudo en su extremo, y los ojos grandes, negros y muy vivos. El cuerpo compacto, la cera del pico negra y la cola larga. La librea es grisácea-blanquecina, presenta un antifaz negro que enmarca sus ojos, las alas son cortas y redondeadas, cubiertas de plumas negras, con una mancha alar blanca en el dorso. La cola también es negra, cuya "pluma lateral de cola" son blancas. El pecho sonrosado (Fotografía de entrada).

    Fotografía 1.

La voluminosa cabeza nos da idea de la potente musculatura temporal y masetera, que permite a este ave capturar su alimento, nos encontramos, entonces, ante un ave de presa, una criatura necesitada de una alimentación cárnea, un pequeño matador. Sorprende que nuestros protagonistas de hoy, los alcaudones reales, no posean unas garras aceradas como las de otros depredadores tales como el águila o el halcón, las más perfectísimas aves rapaces, ello es así porque captura a sus presas mediante el reclamo, imitando admirablemente el canto de sus presas. Nos encontramos, entonces, ante una ave rapaz/cantor, razón ésta, como digo, de sus patas delgadas, enjutas. ¡Qué curiosa ave ésta!.

Dentro de las distintas especies de alcaudones que existen; el alcaudón común, el chico, el norteño, el dorsirrojo... el alcaudón real es el de mayor tamaño, alcanza una longitud de unos 26-28 centímetros y una envergadura alar de unos 38 centímetros. Su larga cola es de unos 13 centímetros y su peso es de unos 60-70 gramos. Su tamaño es como el del mirlo aproximadamente, por citar un ave urbana que conoce bien el observador.

Existe un ligero dimorfismo sexual entre machos y hembras, los machos son mayores que las hembras y tienen una altura mayor de pico.


Hábitat:  En el campo, los alcaudones, suelen encontrase, inmóviles, sobre las altas ramas, en postes, sobre las señales de tráfico, sobre tocones o sobre cualquier percha que permita a los alcaudones otear el horizonte en busca de sus presas naturales; los jilgueros, las tarabillas, los trigueros, las lagartijas, los ratones de campo o cualquier otra alimaña (Fotografía 1). Suelen encontrarse, asimismo, estas aves, cerca de los espinosos matorrales, de los punzantes alambres de espino, de las chumberas aceradas y esto no es casualidad, sino que estos espinos les sirve al ave para su carnicera forma de alimentarse y, aun más extraordinario, para almacenaje de su comida. Estamos ante el coto de caza de los alcaudones reales (Fotografías 2 y 3).

 Fotografía 2.   

                                                                             Fotografía 3.
         

Se distribuye por toda la Península Ibérica, sin embargo esta ausente en la Cordillera Cantábrica y en los Pirineos

Biología: Ave sedentaria, se observa desplazamientos de algunos ejemplares que cruzan el Estrecho de Gibraltar en los meses de agosto y septiembre.
En los meses de mayo a junio se produce la puesta, consistente en 4 a 6 huevos de color gris, con manchas pardas. los polluelos nacen tras 20 días de incubación aproximadamente y, al mes, abandonan el nido. El nido presenta una construcción en forma de copa, hecha de vegetación; ramitas secas, cubierta de hierba, plumas y material blando.

Alimentación:  Lanius, su nombre científico, significa "carnicero". Es, pues, el pájaro carnicero. Sepan que se conoce a los alcaudones reales, también, con el terrible nombre de "Verdugos". Todos estos nombres nos dan idea de la naturaleza matadora de estas aves.


                                                                          Fotografía 4.

Decía mas arriba que el alcaudón real permanece quieto, inmóvil, sobre una alta percha (Fotografía 4) oteando a sus presas, emitiendo regularmente el canto de su presa, una tarabilla o un jilguero, verbigracia. Entonces, la tarabilla o el jilguero, confiado por el reclamo admirablemente ejecutado del alcaudón, se acerca, tranquilo, al pequeño matador. Así, cuando la confiada presa se pone al alcance del alcaudón, como un resorte, de un certero picotazo sobre las vertebras de su victima, mata al instante al descuidado jilguero o a la confiada tarabilla.

                                                                        Fotografía 5.

Un vez matada la presa, -el jilguero o la tarabilla-, resulta que el alcaudón no posee en sus patas los músculos prensil necesarios para sujetar la pieza recién cazada ni las aceradas garras de las aves rapaces, necesarias para desgarrar la presa. Sus patas son como las de sus presas. Entonces el ave justifica su nombre de carnicero. Ensarta, empala, espeta el cuerpo del jilguero o la tarabilla en una aguda espina de una chumbera cercana, y, una vez ensartada la presa en el espino, despedaza el cuerpo con su ganchudo pico. De tal manera que esa chumbera se convierte en la despensa del alcaudón real, donde podrá alimentarse en los días en que no hay caza. Razón ésta que justifica, suficientemente, que el alcaudón sea un ave territorial que defenderá, de forma airada, su despensa de  otros alcaudones.



Amenazas: Una amenaza seria de estos depredadores lo constituye en el uso de pesticidas y venenos que matan los ratones e insectos de los que se alimentan los alcaudones reales, así como la destrucción de su hábitat, la eliminación del matorral, la transformación de la agricultura del suelo extremeño serían claros ejemplos.

Sin embargo, -y aunque no sea una amenaza tan directa como las citadas más arriba-, la costumbre de espetar a sus presas en las chumberas me sirve para hablar de dos plagas concretas, la dactylopius Opuntiaee y la dactylopius Coccus, conocidas como la Cochinilla del Carmín. Son parásitos que se alimentan de la savia de las chumberas hasta la desecación de las palas. De estas cochinillas se extrae el carmín, colorante natural (E-120) que se emplea en diferentes industrias; alimentaria, cosméticos, textil...El abandono de este cultivo debido a la falta de rentabilidad propició la plaga que hoy asola, con inusual virulencia, el levante español.


Protección en Extremadura; En España, figura en el Libro Rojo de las Aves de España, como especie "Casi amenazada".

En Extremadura, el legislador consciente de la importancia de estas portentosas aves, las protege en el Catálogo de Especies en la categoría de "Interés especial".


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